Barán, Taly; Catoggio, María Soledad; Esquivel, Juan Cruz; Funes, María Eugenia; Giménez Béliveau, Verónica; Irrazábal, Gabriela; Mallimaci, Fortunato; Prieto, Sol (2020). Sociedad, religión y Ley de interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Los habitantes de la Argentina opinan.  Informes de Investigación (27). Disponible en: http://www.ceil-conicet.gov.ar/wp-content/uploads/2020/12/ii27-ive.pdf

El proyecto de ley sobre la Interrupción voluntaria del embarazo se trató en el Congreso de la Nación por primera vez en 2018, y será debatido nuevamente a fines de 2020. Se inscribe dentro de una serie de normativas que promueven derechos relacionados con el género y la salud reproductiva: la ley de divorcio (1987), la ley de salud reproductiva y procreación responsable (2002), la ley de matrimonio igualitario (2010), la ley de identidad de género (2012), y la ley de fertilización asistida (2013). En estas legislaciones, y particularmente en el proyecto sobre la IVE, la sociedad discute derechos y en esa discusión intervienen fuertes tomas de posición religiosas, sostenidas en general por especialistas religiosos (rabinos, rabinas, imanes, pastores, pastoras, obispos, religiosas, sacerdotes) y por agentes del campo médico y científico en general. La perspectiva de las instituciones religiosas, que se enuncia en debates y circula en medios de comunicación, no siempre coincide con la opinión de los y las habitantes de Argentina. Para conocerla, la Segunda Encuesta Nacional sobre creencias y actitudes religiosas en la Argentina preguntó en 2019 por la opinión sobre el aborto. Es posible conocer además la evolución de la misma, comparando con la Primera Encuesta Nacional sobre creencias y actitudes religiosas realizada una década atrás. Los resultados obtenidos muestran que la sociedad argentina ha ido transformando sus concepciones sobre el aborto, debido al mayor conocimiento de la temática a través de la discusión en la esfera pública.
Es posible identificar un proceso de distanciamiento de las instituciones religiosas por parte de los y las creyentes. Este movimiento, producto de procesos de larga data de individuación de los fieles que siguen adscribiendo a sus tradiciones religiosas y del alejamiento de la religión de personas que antes pertenecían a ella, se cristaliza en posiciones que no coinciden con los preceptos de las iglesias: las personas, aún siendo creyentes, se reservan para sí la prerrogativa de aceptar o no la moral y las reglas que las instituciones proponen.