Una de las contundentes transformaciones que trajo el contexto de pandemia está vinculada con la expansión de la digitalidad. Este proceso, si bien se encontraba en desarrollo hace décadas, supuso a partir del decreto del ASPO una profundización y una masificación de lógicas que ya existían. La mediación tecnológica toma así una preponderancia en la organización de las cotidianeidades de las personas modificando las prácticas y significados de los encuentros y las actividades. El aumento en el uso plataformas y dispositivos digitales propio de estos últimos meses de confinamiento, ha coronado a las empresas vinculadas a la tecnología de la información como las grandes “ganadoras de la crisis”. Desde imperios tecnológicos de escala global tales como Amazon, Apple, Facebook, Alphabet, hasta casos de empresas locales como Globant y Mercado libre, se puede observar una linealidad en la aceleración de su crecimiento económico¹. La rápida asimilación del trabajo remoto en sus unidades productivas es otra de las características comunes de estas empresas. Las razones que subyacen a este proceso están vinculadas a la experiencia previa de este tipo de organización con respecto a la implementación del teletrabajo (Ventrici, Palermo, Krepki, 2020).

Este trabajo condensa una pequeña parte de una investigación más amplia aún en curso. Especificamente, con el objetivo de ahondar en cómo se abordó el contexto de pandemia y la migración al trabajo remoto desde las empresas de tecnología locales, tomamos el caso de la empresa multinacional argentina, Globant. Realizamos un trabajo de campo exhaustivo en torno las publicaciones de las redes sociales corporativas (Facebook, Blog, You tube, Instagram) partiendo de un enfoque etnográfico de lo digital². Esta metodología nos permite indagar y reflexionar tanto al mundo contemporáneo como a la relación con nuestros sujetos de estudio mediados digitalmente (Daza Prado y Di Próspero, 2019).

En el caso de la empresa Globant³, la cuarentena fue comunicada y llevada adelante cuatro días antes del anuncio oficial por parte del Gobierno Nacional⁴. En ese momento, todes les trabajadores comenzaron a trabajar desde sus casas, excepción de algunes vinculados a ciertos proyectos que nunca habían utilizado la modalidad de teletrabajo por cuestiones de confidencialidad. Desde ese entonces, uno de los interrogantes que se planteaban a nivel institucional estaba vinculado con la búsqueda de estrategias que pudiesen combinar el trabajo remoto con el trabajo de oficina focalizándose en el desarrollo tecnológico. Martin Migoya, actual CEO de la compañía, expresaba esa inquietud de la siguiente manera: “Después que nos logramos conectar todos, después de que probamos que se puede trabajar desde casa, ¿Qué cosas se pierden y tenemos que volver a recuperar cuando uno se queda en casa y empieza a perder contacto humano con su grupo de gente?” La clave de la reflexión de Migoya apunta justamente a poder replicar en la digitalidad ciertas prácticas que se daban en el trabajo presencial (tales como encuentros informales, conversaciones casuales, reuniones en momentos de ocio). Estos momentos son entendidos por la política empresaria como cruciales para la administración del trabajo intelectual-cognitivo ya que habilitan tiempos de dispersión frente a un flujo productivo que obliga a centrar la atención en las pantallas. Así, el ocio institucionalizado (Krepki y Palermo, 2020) que operaba en los espacios físicos de trabajo a partir del acondicionamiento de las oficinas con una impronta lúdica y descontracturada, se ve hoy trastocado bajo una nueva disposición del espacio-tiempo que encuentra a les trabajadores en sus hogares y con las pantallas encendidas de manera casi permanente.

Con el objetivo de dar respuesta al interrogante inicial, Globant lanza una serie de estrategias bajo la idea de promover una “nueva era de la colaboración aumentada”. Este tipo de colaboración supone, en primera instancia un entrelazamiento con técnicas de inteligencia artificial que les permita “usar la tecnología para mejorar las relaciones personales y ayudar a los equipos a trabajar mejor juntos, aumentar la capacidad de los equipos y facilitar en vez de controlar”⁵. De esta manera, elaboran cuatro plataformas con base en la inteligencia artificial con distintos fines: programación aumentada, reuniones aumentadas, conocimiento aumentado y cultura aumentada. Las tres primeras plataformas están vinculadas con la organización de la dinámica de trabajo diario ya que optimizan cuestiones técnicas tales como la búsqueda de códigos de programación y la implementación de reuniones de equipo con una plataforma similar a Zoom pero con funcionalidades más sofisticadas que incluyen datos personales acerca de gustos, preferencias y avances en los objetivos de trabajo de cada integrante.

Ahora bien, con respecto a la cultura aumentada, Guibert Englebienne (actual CTO de la compañía) considera que el objetivo primordial de esa estrategia es poder “medir el pulso de la organización y virtualizar casualidades” a través de la Inteligencia Artificial. Es decir, poder medir el flujo de interacciones que existen entre les empleades para identificar situaciones y prácticas que se tornan invisibilizadas por el trabajo remoto. Bajo esta impronta, desarrollaron el “virtual chill out”: una virtualización del espacio del comedor de la empresa al cual Globant define como “chill out”. Este espacio es considerado el corazón de cada edificio de la compañía, el cual no solo admite su condición de comedor, sino que es utilizado para reuniones, conferencias, actividades laborales y extra-laborales e incluso para la realización de afters corporativos. Por lo tanto, el propósito de esta plataforma es poder generar esos momentos de encuentro que incluían conversaciones informales en los pasillos de la oficina, en horarios de almuerzos, al compartir un café, a partir de la mediación tecnológica-algorítmica.

Interface de “virtual chill out”. Fuente: You tube Globant.

Su funcionamiento se encuentra vinculado con los datos de otra aplicación de Globant denominada “Star me up”⁶. Esta última aloja perfiles de todes les trabajadores de la empresa con un formato similar a la red social Facebook, pero su objetivo es poder otorgar reconocimiento a través de estrellas virtuales. Una vez que les trabajadores abren dicha aplicación, les aparece la funcionalidad de “virtual chill out” en la cual pueden completar distintas franjas horarias en las cuales se encuentren disponibles para coordinar encuentros y el tipo de reunión que quieran organizar. Este último campo incluye una variedad de opciones, por ejemplo, las reuniones pueden ser organizadas con personas que compartan hobbies, intereses, tareas, proyectos de trabajo o mismo, personas que no se conozcan. Una vez completada la información, las reuniones se agendan automáticamente según los campos completados. La inteligencia artificial se activa como mecanismo capaz de vincular esos datos y, en consecuencia, generar perfiles que coincidan para concretar esos encuentros.

Esta experiencia pone al descubierto la profundización de un acompañamiento algorítmico de la vida (Sadin, 2018) y –agregamos- específicamente de los vínculos en los entornos de trabajo. La insistencia por replicar los encuentros fortuitos que se suscitaban en las oficinas de trabajo a partir de la la maquinaria predictiva de la inteligencia artificial y el machine learning, responde a alimentar la idea de que la tecnología se encuentra a la vanguardia de la lucha contra la pandemia y sus transformaciones. A su vez, esta personalización de los cálculos (Cardon, 2018) a partir de las huellas digitales de les trabajadores se erige como una instancia de orientación de comportamientos destinada en todo momento a ofrecer marcos de existencia individual y colectivos que se suponen los mejor administrados y esto ocurre de modo fluido, casi imperceptible (Sadin, 2020). En vista de que el trabajo remoto tuvo una rápida asimilación en este sector, la política empresaria se vale de la disciplina algorítmica para diseñar mecanismos que optimicen los niveles de productividad implicándose en la construcción subjetiva de les trabajadores. La colaboración aumentada propuesta por Globant resulta interesante para visualizar con mayor nitidez esta tendencia a la “plataformización” de las relaciones sociales, los encuentros, los afectos y el trabajo, entre otras dimensiones de la vida. Lo fundamental para seguir el desarrollo de estas experiencias es continuar reflexionando críticamente sobre este reverdecer del discurso tecnológico y los modos de habitar y utilizar la tecnología en este contexto. El futuro está en construcción.

Bibliografía

Cardon, D. (2018). Con que sueñan los algoritmos. Nuestras vidas en los tiempos de los big data. Madrid: Dado Ediciones

Di Prospero, Carolina, y Daniel Daza Prado (2019). “Etnografía (de lo) digital -Introducción al dossier”, Etnografías Contemporáneas, año 5, N° 9, pp. 66-72.

Krepki, D. y Palermo, H. (2020). Ludificación del trabajo y disciplina algorítmica. Prácticas, sentidos y representaciones de los trabajadores y trabajadoras en el desarrollo de videojuegos. Estudios Del Trabajo. Revista De La Asociación Argentina De Especialistas En Estudios Del Trabajo (ASET), (59). Disponible en: https://aset.org.ar/ojs/revista/article/view/72

Sadin, E. (2018). La silicolonización del mundo. La irresistible expansión del liberalismo digital. Buenos Aires: Caja Negra.

Sadin, E. (2020). La inteligencia artificial o el desafío del siglo. Anatomía de un antihumanismo radical. Buenos Aires: Caja Negra.

Tártara, D. (17 de julio 2020) Ante la continuidad del trabajo remoto, la IA ayuda a las empresas a acelerar la colaboración. [Entrada en blog] Globant Stay Relevant [Blog]. Recuperado de: https://stayrelevant.globant.com/es/la-ia-ayuda-a-empresas-a-acelerar-la-colaboracion/

Ventrici, P.; Krepki, D. y Palermo, H. (2020). Sector software y la situación respecto de la pandemia de COVID-19, El trabajo en tiempos de la COVID-19 (2). Buenos Aires: CEIL-CONICET. Disponible en: http://www.ceil-conicet.gov.ar/wp-content/uploads/2020/06/t02-Software.pdf

Notas