Recomposición de las condiciones de trabajo en la periferia capitalista e intervención de las organizaciones político-territoriales / Juan Montes Cató, Patricia Ventrici, Ana Drolas, Marcelo Delfini, Valentina Picchetti y Walter Bosisio

Algunos de los vectores constitutivos del neoliberalismo comenzaron a revertirse desde el 2003 cuando se observa la apuesta por un modelo “neodesarrollista-mercado internista” que supuso la mejora de algunas de las variables más críticas vinculadas con las condiciones materiales de existencia de los sectores populares. Las tensiones y contradicciones de este proceso se evidencian en territorios específicos como el seleccionado (Barrio Nicole-Partido de La Matanza) en tanto permite comprender la densidad de los cambios que se vienen produciendo. El caso de La Matanza como “territorio-testigo” es emblemático de los grandes procesos de desindustrialización neoliberal, segregación territorial y movilización social. En términos analíticos nos interesa recuperar una reflexión anclada en la importancia que poseen las condiciones materiales y políticas, considerando que ambas operan redefiniéndose constantemente en aquellos espacios que la globalización capitalista está marginando.

Esta problemática fue abordada desde la perspectiva de investigación-acción en cuanto se ha buscado producir conocimiento de modo colaborativo, mediante talleres de trabajo y capacitación y un relevamiento sociodemográfico que permitió dar cuenta de las condiciones de vida y trabajo de la población del Barrio. Este proceso de trabajo conjunto fortaleció los vínculos entre el ámbito académico y la organización social, aportando al objetivo de promover y generar prácticas de democratización de la producción de conocimiento y reflexión de lo social.

La Matanza es un territorio con una intensa tradición de lucha que logró fijar un límite al avance del programa neoliberal en algunas de sus directrices. Para dar cuenta de este proceso complejo donde se interrelacionan las condiciones generales de existencia, las políticas públicas y la acción colectiva de las organizaciones sociales focalizamos el desarrollo en el Barrio Nicole y en su principal movimiento. Se trata de la Organización 26 de Julio (devenida luego en Asociación Civil Movimiento 26 de Julio para la Promoción del Empleo). Su importancia radica en que esta organización llevó adelante durante muchos años una estrategia que permitió articular políticas destinadas a recomponer los lazos sociales obturados drásticamente, y simultáneamente intentó fijar una estrategia política de oposición y alianzas con otras instituciones. El origen del barrio y de la organización están estrechamente vinculados. Las dificultades habitacionales y la inexistencia de una política de tenencia de la tierra generó una crisis que fue canalizada por las familias a través de la toma de predios. En 1997 se produce la ocupación de terrenos del cual derivó el surgimiento de la organización. Las primeras familias en llegar fueron aproximadamente cien y en ese momento se articuló un plan de autoconstrucción de viviendas. El desarrollo del barrio se estructuró fundamentalmente en base a acciones colectivas reivindicativas y también a otras ligadas con prácticas autónomas de organización. Así, se fueron alcanzando un conjunto de objetivos que posibilitaron obtener mejoras en la infraestructura barrial (el asfalto en algunas de las calles principales, un predio para la construcción de la escuela y otro donde funcionan los años iniciales; reparaciones y extensiones en el tendido de la red que provee de agua); el desarrollo de emprendimientos productivos (como la panadería) y los módulos para construcción de viviendas. Además se desarrollaron diversas políticas destinadas a encarar los problemas de salud, entre los que se destacan la construcción de sala de atención médica y las campañas en contra de enfermedades como la diarrea, desnutrición y otras de transmisión sexual. Por otra parte, la acción reivindicativa de las organizaciones también posibilitó la obtención de planes de empleo con el objeto de contener mínimamente los altísimos índices de pobreza y desempleo que se registraban en esos años.

En la última década, la organización 26 de Julio logró acompañar e incentivar algunas mejoras de infraestructura gracias a la reactivación económica, a las políticas de Estado y a la intervención de la propia organización. Ese es el caso de la ampliación y mejora del tendido de agua potable y calles de asfalto y la mejora de las condiciones de los baños, sensible al tema de salud para un territorio afectado por los desbordes del río circundante y por la cercanía de un basurero municipal. Todo ello supuso el involucramiento de la organización en las políticas públicas y acciones específicas de concientización de la población a partir de diagnósticos realizados de modo articulado con otras organizaciones.

El barrio está constituido por aproximadamente 6.000 habitantes (distribuido en 1500 hogares) cuyo casco residencial inicial responde a viviendas sociales y en su mayoría viviendas precarias. A pesar de ello se registran entre 2003 y 2013 mejoras significativas en lo referente a la infraestructura.

 

Condiciones habitacionales %

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Fuente: Elaboración propia en base a encuesta 2003 Ceil-Conicet y 2013 Ubanex-UBA

 

También es notable el cambio en los indicadores del mercado de trabajo de la población del barrio. La desocupación ha bajado pero en menor medida que los valores registrados a escala nacional. En relación a este descenso, es importante resaltar la evolución de la incidencia de los planes de empleo. Mientras en el año 2003, si se le sumaban a los desocupados plenos aquellos que tenían un plan estatal de inserción ocupacional el porcentaje ascendía a 58,2% , en el 2013 llega a 24%. De este modo, si bien la incidencia de la generación de empleo estatal sigue estando presente, va perdiendo importancia en la generación total.

 

Tasa de desocupación y trabajo no registrado (%)

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Fuente: Elaboración propia en base a encuesta 2003 Ceil-Conicet y 2013 Ubanex-UBA

Nota: *solo obreros y empleados

 

Simultáneamente, se observa una notable mejora de las condiciones de la relación salarial, fundada en un gran crecimiento del empleo de tipo permanente, que se duplica en el período analizado, disminuyendo asimismo el cuentapropismo que en los sectores empobrecidos actúa como situación de refugio. Sin embargo, persiste el trabajo informal como forma de inserción predominante: si en el año 2003 abarcaba al 84% de los asalariados, aún se mantiene en valores elevados alcanzando al 61%. Esto supone condiciones de trabajo precarias y ausencia de protección laboral, signo persistente que caracteriza el tipo de relación salarial en los sectores empobrecidos.

 

Ocupados según inserción (%)

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Fuente: Elaboración propia en base a encuesta 2003 Ceil-Conicet y 2013 Ubanex-UBA

 

Ocupados por categoría ocupacional (%)

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Fuente: Elaboración propia en base a encuesta 2003 Ceil-Conicet y 2013 Ubanex-UBA

 

Para abordar la complejidad y contradicciones de este proceso hemos señalado los cambios en el modelo de desarrollo económico, su estrecha relación con la metamorfosis de la relación salarial y el modo en que se manifiesta en un país sometido a relaciones de dependencia. Lejos de una mirada que interpreta que las poblaciones afectadas por la pobreza y la desalarización se encuentran en una situación de desintegración social y que ello redunda en una situación por la cual las personas al margen de la sociedad salarial carecen o tienen pocas posibilidades de re-inscribirse en redes de intercambio colectivas que den sentido a sus prácticas y orienten sus posibilidades de recomposición, el estudio de la organización social 26 de Julio nos permitió vincular dos fenómenos que consideramos claves al momento de interpretar desde una sociología crítica las mutaciones actuales. Por un lado el papel de este tipo de organizaciones a la hora de analizar su intervención en la recomposición de vínculos sociales potenciando redes de subsistencia (como el acceso a planes sociales) y concientizando sobre el valor de la educación y la salud. Seguramente, la ausencia del Estado durante la década de los noventa en estas áreas sensibles condujo a este tipo de organizaciones a ocupar un lugar clave dentro de la estructuración social que potenció su capacidad de acción y relacionamiento con otras instituciones para enfrentar las graves condiciones de vida.

Por otra parte, la referencia sindical que marcó el ritmo de la conflictividad y dotó de sentido al universo simbólico de sociabilidades obreras en épocas anteriores, lejos de desaparecer fue recuperado por las nuevas expresiones organizativas del territorio de La Matanza en la figura de las luchas por las condiciones habitacionales (toma de tierras) y luego por las organizaciones de empobrecidos y desocupados. La imbricación de esas tradiciones de lucha del movimiento obrero y las diversas expresiones de los sectores populares configura la singularidad de cada experiencia y las proyecta en su sentido político-organizativo.

Estas formas de organización son muestras de la vitalidad e iniciativa de los sectores subalternos para desplegar respuestas creativas a los procesos de reestructuración social y económica de los países periféricos. En ese marco, las mejoras alcanzadas en los últimos años, analizadas a través de los datos estadísticos recolectados en el territorio específico, constituyen el campo de acción renovado en el que operan este tipo de organización. Ello supone la reorientación de las estrategias para profundizar los cambios conseguidos.

En definitiva, el análisis en perspectiva de la trayectoria de este barrio emblemático pone de manifiesto que si bien la profunda reconfiguración económica y social operada en el apogeo neoliberal supuso una profunda descomposición social, también habilitó fuertemente la emergencia de un proceso de recomposición social en el entramado popular en términos de resistencia y organización.

 

El trabajo se realizó en articulación con el proyecto UBANEX “El barrio y los jóvenes: fortalecimiento de organizaciones sociales sobre condiciones de vida y empleo”.

Para citar este artículo: CEIL, "Recomposición de las condiciones de trabajo en la periferia capitalista e intervención de las organizaciones político-territoriales / Juan Montes Cató, Patricia Ventrici, Ana Drolas, Marcelo Delfini, Valentina Picchetti y Walter Bosisio", 9 noviembre, 2014, URL:http://www.ceil-conicet.gov.ar/2014/11/recomposicion-de-las-condiciones-de-trabajo-en-la-periferia-capitalista-e-intervencion-de-las-organizaciones-politico-territoriales/. Consultado: 19 mayo, 2024