[Empleo, desempleo y políticas de empleo] N°25 Demanda laboral y segmentos vulnerables / María Eugenia Sconfienza

[Empleo, desempleo y políticas de empleo] N°25 Demanda laboral y segmentos vulnerables / María Eugenia Sconfienza

Sconfienza María Eugenia (2016), Demanda laboral y segmentos vulnerables, Empleo, desempleo y políticas de empleo, 25, CEIL, Buenos Aires

La coyuntura laboral en Argentina postcrisis se caracterizó por una fuerte presencia estatal con un giro en el diseño de políticas púbicas relacionadas al mercado de trabajo que rompe con la dinámica del último decenio del siglo XX.

Mientras que la década del noventa se caracterizó por la preponderancia de fuertes desincentivos a la regulación del mercado de trabajo, lo que cristalizó en formas de contratación precarias, desprotección a los empleados, expansión de empleos transitorios y proliferación de puestos de trabajo en el sector informal con la contraparte de un fuerte empoderamiento por parte de empleadores; luego de 2003, es posible observar la implementación de diversas acciones que con el propósito de ampliar la protección sociolaboral desarrollaron estrategias de creación/fortalecimiento de cooperativas de trabajo, políticas de subsidio al salario, instancias de capacitación y aplicación de mecanismos de intermediación laboral. Y, si bien fue un período de intensiva aplicación de programas y políticas socioeconómicas que inyectaron recursos en los sectores más vulnerados, no es posible aseverar que se haya logrado una inserción plena al mercado de trabajo dado que persisten situaciones de exclusión social, entendida esta última como la incapacidad de las sociedades de integrar a todos sus miembros al sistema económico y los beneficios sociales básicos (Castel, R., 2004) consecuencia de una endeble incorporación de los segmentos más vulnerables al empleo protegido.

El escenario argentino, se inscribe en aquello que la teoría dio en denominar “segmentación”. Este tipo de teorías parten de la premisa que todos aquellos que participan del mercado laboral desean mejores empleos, los que solo se encuentran disponibles para una fracción de la fuerza laboral. Por tanto, quienes no acceden a estos buenos empleos, toman “malos” trabajos o permanecen desempleados. En estos mercados segmentados donde prevalecen amplios sectores de trabajadores de bajos recursos, es que la informalidad y la exclusión asumen modalidades persistentes.

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