martes 23 de junio 10 hs
Sala Jorge Soneira CEIL
Saavedra 15 4° piso, Buenos Aires

Presentación: Dra. Ana Lourdes Suárez

Organiza: Área Métodos cualitativos CEIL

Aaron V. Cicourel es profesor emérito de la Universidad de California en San Diego y miembro de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias desde 1992. Ha realizado innovadoras propuestas desde la perspectiva interaccionista, con importantes contribuciones en la sociolingüística y en la sociología cognitiva. Su contribución ha tenido amplio reconocimiento en diversas disciplinas, destacando, por ejemplo, su nombramiento como Doctor Honoris Causa por la Universidad Complutense de Madrid en 2008.

En sus primeros trabajos Cicourel se identificó con los aportes de la etnometodología de Harold Garfinkel (autor que cuestiona el funcionalismo sociológico de mediados del siglo pasado, proponiendo en cambio un amplio movimiento de renovación teórica y metodológica basado en el estudio de los fenómenos rituales de la vida cotidiana, en su condición de mecanismos de negociación del orden social). Cicourel fue enriqueciendo con el tiempo este abordaje con aportes de la sociolingüística y la de la sociología cognitiva. Su itinerario parte de una convicción: la sociedad consiste en una suma de procesos de interacción a cargo de individuos, en una variada serie de contextos físicos e institucionales. Y, a partir de ahí, unas consecuencias encadenadas: los escenarios de la interacción conectan lo mediato con lo inmediato, lo visible con lo invisible, lo subjetivo con lo objetivo, lo fáctico con lo normativo, lo ‘micro’ con lo ‘macro’; esos escenarios contextualizados constituyen el objeto por excelencia de la investigación social; la interacción incluye no sólo gestos y palabras sino también universos mentales; los datos que se extraen de la investigación deben ser cuidadosamente inferidos, pero no de modo exclusivamente lógico-formal: también deben estar muy atentos al caldo etnográfico e interpersonal del que proceden.

Desde  su  primera obra influyente,  Método y medida en la sociología, de 1964, Cicourel critica la creencia en dar por válidos los resultados de cualquier investigación simplemente porque haya utilizado instrumentos reputados, como índices, escalas o cuestionarios, sin profundizar en la utilización misma de esos instrumentos y, sobre todo, en el corazón de la muestra estudiada. Incluso los datos censales, según el autor, pueden y deben ser reexaminados a la luz de su trasfondo social e histórico.

En su libro La organización social de la justicia juvenil, de 1968, Cicourel cuestiona los estereotipos habituales que rodean el fenómeno de la delincuencia de menores. No todo sería cuestión de ‘mano blanda’ o ‘mano dura’. Las respuestas policiales y judiciales, articuladas en los procesos y protocolos correspondientes, aun siendo idénticas dentro de un mismo Estado –en este caso, California-, adquieren, condado a condado, una muy considerable gama de variantes, resultando básico para la interpretación sociológica de todo ello la toma en consideración de los actores en juego.

En una de sus obras teóricas de mayor influencia, Sociología cognitiva: lenguaje y significado en la interacción social, de 1973, Cicourel sedimenta estudios previos sobre la relación entre aprendizaje y estructura social, sugiriendo un ángulo de indagación en el que lo estructural y lo cognoscitivo se retroalimentan.  Con esta obra quedó  incluido con honores en la nómina de sociólogos consagrados de orientación sociocognitiva.

Su obra es amplia, multidisciplinaria y toca una variedad de temas, entre ellos la relación médico-paciente. El lenguaje y la estructura de creencias en la comunicación médica de 1983,  permite descubrir cómo la superficie de las interacciones verbales y gestuales son conducidas, una vez contrastadas con las inercias institucionales y los patrones cognitivos y emocionales, hasta unos límites de interpretación que rozan la entraña más profunda del fenómeno comunicativo.

Aaron Cicourel en breve, es un hombre intelectualmente riguroso y un investigador ejemplar. Ha enriquecido considerablemente la tradición sociológica interaccionista, acercándola hacia una panorámica cognitiva propia de la sociedad del conocimiento en la que nos movemos.

Ana Lourdes Suárez