Conflictos en torno del cultivo de soja :: Merel Deelder

Para mi Maestría en Desarrollo Sustentable en la Universidad de Utrecht, Holanda y como parte de una pasantía que estoy completando en el CEIL, estuve investigando la controversia sobre la fumigación con plaguicidas en San Jorge, provincia de Santa Fe. En esta investigación busqué desarrollar las razones en favor de la fumigación de monocultivos de soja genéticamente modificados (GM), a pesar del debate sobre las posibles consecuencias sobre la salud. Así, la mayor parte de la investigación se dedicó a las perspectivas y experiencias de los productores de soja GM en relación con el conflicto de los plaguicidas.

Para responder a mi pregunta de investigación, San Jorge proporciona un campo de estudio interesante, ya que los productores de soja GM de las cercanías de la ciudad se vieron directamente confrontados con la desaprobación de la comunidad respecto de sus métodos de trabajo, a través de una demanda judicial planteada en 2009.

La parte principal del estudio se basa en cuestionarios y entrevistas a 15 productores de soja GM de los límites de San Jorge. Todos los productores entrevistados dicen estar concientes de la controversia referida al uso de plaguicidas y salud en San Jorge y en Argentina en general. Todos concuerdan en que la fumigación con plaguicidas puede ser perjudicial para la salud, pero que esto depende de las condiciones del trabajo. Para ellos, el método de aplicación es el factor determinante de la existencia o no de daño. “Si se respetan las así llamadas ‘Buenas Prácticas Agrícolas’, los plaguicidas no dañan la salud”, es la opinión compartida.

Fumigación con plaguicidas y salud

El cultivo de soja en la pampa argentina se ha vuelto una fuente de conflicto en años recientes. La soja GM requiere la fumigación con varios plaguicidas, que pueden afectar la salud de quienes viven cerca de los campos. Desde hace más de diez años, los habitantes rurales vienen informando un aumento de diversos problemas de salud. Adjudican sus problemas al vasto uso de plaguicidas en su entorno. Un grupo de médicos, vinculados con la Universidad Nacional de Córdoba, declararon haber observado aumentos alarmantes en problemas de salud en las comunidades rurales. La lista de problemas físicos incluye aumento de abortos espontáneos, desórdenes del sistema nervioso central, diversos tipos de cáncer, problemas de piel, asma y alergias (UNC, 2010).

Investigar si los problemas de salud informados son consecuencia directa de la fumigación con plaguicidas es complicado. En la esfera académica, varios científicos han publicado resultados que sugieren relaciones entre salud anfibia y pesticidas, entre ellos un estudio realizado por el expresidente del CONICET, Dr. Andrés Carrasco. Carrasco demostró que la inyección de uno de los pesticidas más utilizados en el cultivo de soja, el glifosato, produce malformaciones en embriones de pollo (Carrasco et al. 2010). En una entrevista al diario Página/12 en abril de 2009, declaró que su investigación demuestra la necesidad de asumir un vínculo directo entre la fumigación con plaguicidas y problemas de salud.

Políticas en favor de la soja

Según diversos académicos, el gobierno argentino tiene un vasto interés en la producción de soja por el beneficio económico que genera. La soja es poco utilizada para consumo interno y más bien producida para la exportación (Richardson, 2008). Hay estimaciones que sugieren que en 2010 la producción sojera aportaría 7 mil millones de dólares en impuestos a la exportación (Parera, 2010).

SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) es la institución gubernamental responsable de garantizar y certificar la sanidad y calidad de los productos agrícolas. Desde que el SENASA aprobó la introducción de la soja GM en 1996, la producción de soja se convirtió en el commodity agrícola más importante del país. Cerca del 95% de los cultivos de soja en Argentina son GM ( García López, 2010 ). Según estadísticas de la FAO, la tierra dedicada a la producción de soja en Argentina superaba los 18 millones de hectáreas en 2009, ocupando más de la mitad del total de tierra cultivable de Argentina. La producción anual de más de 52 millones de toneladas métricas de porotos de soja pone a Argentina en el tercer lugar entre los mayores productores mundiales, detrás de Estados Unidos y Brasil. Esta producción genera 14 mil millones de dólares cada año (FAOSTAT, 2010).

La soja GM requiere un uso creciente de plaguicidas (Smith, 2011). El ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca argentino informó un aumento en el uso de plaguicidas, de 42 millones de kg en 1995 a 111,7 millones de kg en 2011 (Joensen, 2008). Por otra parte, el uso de glifosato en Argentina creció entre 1996 y 2007 de 14 millones de litros a cerca de 175 millones de litros respectivamente (Tomei & Upham, 2009).

El caso de San Jorge

Distintos grupos de la sociedad civil opositores a la producción de soja y el uso de plaguicidas se incorporan al campo jurídico. La AAAP (Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas de la Patagonia), una asociación de abogados dedicados a la lucha contra la fumigación con plaguicidas, habla de una tendencia hacia la prohibición de la fumigación en Argentina. En San Jorge, hubo una prohibición parcial de plaguicidas en 2009. Algunos ciudadanos que vivían en los alrededores de la ciudad comenzaron una demanda judicial en contra de las fumigaciones con plaguicidas cerca de sus casas. San Jorge está rodeada de tierras dedicadas a la agricultura, en su mayoría al cultivo de soja. En el primer juicio en San Jorge, el juez le pidió a los productores de soja GM acusados que probaran que los plaguicidas utilizados no eran dañinos para la salud. Como los productores no pudieron hacerlo, se aplicó el principio de precaución. En la práctica, esto significó que desde el veredicto, hay dos campos en los límites de San Jorge donde la fumigación con plaguicidas está prohibida. Para el resto de las tierras que rodean la ciudad se decidió implementar controles por parte del gobierno municipal.

Buenas Prácticas Agrícolas

Durante las entrevistas en San Jorge los productores de soja mencionaron que trabajaban siguiendo ‘Buenas Prácticas Agrícolas”. Según los productores, esto implica un conjunto de reglas sobre cómo aplicar pesticidas sin causar daño a la salud de la población. La mayor parte de los productores entrevistados percibe que el conflicto en San Jorge está causado por unos pocos productores que no adhieren a estas ‘buenas prácticas agrícolas’. En cuanto a la salud de los ciudadanos, estas Buenas Prácticas indicarían por ejemplo, tomar en cuenta la dirección del viento: fumigar cuando el viento sopla hacia la ciudad sería considerado ‘mala práctica’. Además, aconsejan utilizar sólo químicos que el SENASA haya calificado de ‘verdes’. El SENASA clasifica los pesticidas con etiquetas de diferentes colores. Los ‘verdes’ pertenecen a la categoría menos dañina, la que ‘normalmente no presenta peligro’.

Las entrevistas y cuestionarios que realicé mostraron que entre los productores de soja de San Jorge las ideas acerca de lo que estas buenas prácticas conllevan y dónde se originan son variables. Parece haber inconsistencias en sus nociones del uso de las buenas prácticas.

Las instituciones públicas y privadas que se mencionan como proveedoras de pautas para estas buenas prácticas muestran contradicciones similares. Además de planes futuros de implementación de estructuras para guiar hacia buenas prácticas, no parece asignarse actualmente ningún recurso para ponerlas en práctica. Por otra parte, las ideas acerca de la responsabilidad por el control de los plaguicidas en las diferentes instituciones son contradictorias.

Mientras los productores de soja afirman trabajar según las pautas que prevendrían consecuencias sobre la salud de los ciudadanos de San Jorge, las instituciones mencionadas no proporcionan estructuralmente medios de producción acordes. Las ‘Buenas Prácticas Agrícolas’ no parecen ser otra cosa más que un concepto vacío para justificar las prácticas de fumigación con plaguicidas.

Además de la aparente falta de pautas estructuradas, también existen indicadores que sugieren escasez de controles de la fumigación con plaguicidas. Al describir sus experiencias de trabajo, los productores mencionan ser libres para elegir los medios a aplicar y los productos a utilizar. Los productores entrevistados describen que, en la práctica, la decisión de trabajar de ‘la manera correcta’ o no es suya.

Aunque tanto los controles como las pautas para aplicar plaguicidas parecen escasear, los productores entrevistados están seguros en general de no dañar la salud de la población con sus medios de aplicación. Al mismo tiempo, se culpan unos a otros por no trabajar correctamente. Las entrevistas en instituciones públicas y privadas muestran una tendencia similar: se señalan unos a otros como responsables del control de la fumigación con plaguicidas. Según una entrevista con un miembro del SENASA, el gobierno provincial es responsable por la implementación de controles sobre la fumigación con plaguicidas. Por su lado, el estado provincial menciona que sólo sigue las clasificaciones tal y como las establece el SENASA. El principal problema parece ser la falta de asunción de responsabilidades.

 

Bibliografía

Carrasco, A.E., Paganelli, A., Gnazzo, V., Acosta, H. & López, S.L. (2010). Glyphosate- based herbicides produce teratogenic effects on vertebrates by impairing retinoic acid signaling. Chem. Res. Toxicol., August 9. Fecha de acceso: 12 de enero, 2012. Disponible en: http://pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/tx1001749 .

FAOSTAT (2010). Argentina, key statistics. Retrieved from www.fao.org , February 12, 2012.

Garcia-Lopez, G.A., Arizpe, N. (2010). Participatory processes in the soy conflicts in
Paraguay and Argentina. Ecological Economics Volume 70, Issue 2. 196-206.

Pagina 12 (2009) April 13, El tóxico de los campos. Fecha de acceso: 20 de mayo, 2012. Disponible en: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-123111-2009-04-13.html

Joensen, L. (2008). The crop-sprayed villages of Argentina. United Soya Republics. The truth about soy production in South America, Grupo de Reflexión Rural. Disponible en: http://tinyurl.com/d42upx , Fecha de acceso: febrero 2012.

Parera, M (2010) Campo abierto a la reactivación Apertura . May 19, 2010. Fecha de acceso: 12 de febrero, 2012. Disponible en: http://www.apertura.com/notas/232090-campo-abierto-la-reactivacion.

Richardson, N.P. (2008). Export-Oriented Populism: Commodities and Coalitions in Argentina. St Comp Int Dev, 44:228–255.

Smith, J.M. Monsanto’s Roundup triggers over 40 plant diseases and endangers human and animal health. Disponible en: www.responsibletechnology.org , January 2012.

Tomei, J. & Upham, P. (2009). Argentinean soy-based biodiesel: An introduction to production and impacts. Energy Policy 37, 3890–3898.

UNC (Universidad Nacional de Córdoba) (2010). Informe del 1º Encuentro Nacional de Médicos de Pueblos Fumigados. Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Córdoba.

 

Para citar este artículo: CEIL, "Conflictos en torno del cultivo de soja :: Merel Deelder", 7 junio, 2012, URL:http://www.ceil-conicet.gov.ar/2012/06/conflictos-en-torno-del-cultivo-de-soja-merel-deelder/. Consultado: 28 marzo, 2024